domingo, 31 de mayo de 2009

La caridad y el secreto

Según la doctrina cristiana, el secreto es básico para la caridad, “que tu mano derecha no sepa qué hace la izquierda”. Es un tipo. En los USA no, y se hacen públicas y notorias las listas de contribuyentes y benefactores de cualquier entidad, fundación o museo. Eso, en principio puede hacer desconfiar, “lo hace interesadamente”.Para que sea caridad auténtica las intenciones deben ser obvias y la identidad, secreta. En el resto de los asuntos, por el contrario, la autenticidad de las acciones está salvaguardada por la publicidad de las intenciones. Si las intenciones son secretas, todos desconfías.En la caridad y en la ciencia sucede lo contrario, las intenciones son secretas, o, al menos, no son explícitas. Woolgar, en Abriendo la caja negra lo ejemplificaba, no es lo mismo enunciar la ley de la gravedad, que decir que es una teoría de Newton, lo que ya hace desconfiar, que enunciarla diciendo, “A Newton le interesa decir…”.