martes, 2 de junio de 2009
Sobre las audiciencias II
Sí resultan muy interesantes las reflexiones sobre el intercambio y la interacción que pueden propiciar estos nuevos canales. Ya no se trata de pedirle datos, que produce rechazo, sino de interactuar, saber leer los gustos y preferencias, construir sentido, comunicar. Pueden estar basados en algoritmos, como nos mostraba Fernando Bermejo, pero el resultado es un canal a medida. No puedo evitar referirme a los peligros de esta televisión a la carta siguiendo las advertencias de Cass Sunstein, en República.com. Si no tenemos un sustrato común de experiencias, difícilmente podíamos tener un destino común, o una confluencia de intereses necesarios para la vida en común o para una Estado funcional. Aquellos sentimientos morales de los que hablaba el profesor Callejo podrán estar tan fragmentados que todo produzca rechazo en alguien, y nada sea aceptado por el común. En la experiencia en común es donde se fragua la intimidad, no en la soledad, en la complicidad entre las personas, o, siguiendo los dictados de estas nuevas prácticas, en la complicidad entre el anunciante y el anunciador.La perspectiva de las audiencias que se identifican con una identidad es quizá el primer paso hacia esa complicidad íntima entre el medio y el receptor, cuando éste se convierta en emisor, y el propio medio sea el receptor. El peligro de la identidad está en la exclusión, en la dinámica entre sentirte identificado con el otro, y sentirte identificado con según qué otros. Se puede fomentar una identidad corporativa, grupal, étnica, o se puede aspirar kantianamente a la identidad como individuo shakespeariano: si me pinchan, ¿no sangro?La sociedad del espectáculo que Debord denunciaba en los albores del período catódico ha ido transformándose y ha pasado a ser una sociedad del simulacro (Braudillard). La interacción con los espectadores no es más importante que en La Clave, donde una asistenta filtraba las preguntas para que los invitados de José Luís Balbín, pudieran desarrollar sus tesis. La cultura del sms subtitulado es el simulacro de participación. La audiencia simulada de Tengo Una Pregunta Para Usted, podría salirse de la trama del guión, como los gritos de la gente en las retransmisiones (que ahogaba Urdaci, o que silenciaban en Alanís de la Sierra). Puede ser el vaso medio lleno en un 1984 en el que todo esté comprobado por los Programadores.Foucault incita a la sospecha de que el poder no sólo utiliza métodos represivos, sino que también la propia clasificación es una forma de control. Si eres identificado como “clase media”, ese estigma te acompañará, no sólo sociodemográficamente, sino en gustos, tendencias y disfrutes (Bourdieu). Si ahora, ahondan más en tu interior, en tus gustos, en lo que te sales de tu clase, o cumples las expectativas, si son capaces de comprobar en tu subsconsciente cuáles son tus más íntimos deseos, tu zapping de libido, hay que estar alerta. No te van a ofrecer lo que necesitas, lo que anhelas, sino que conocerán mejor tu funcionamiento para venderte, para crearte necesidades, para manipularte. Para controlar a la naturaleza hay que obedecer a la naturaleza. No imagino un comité secreto de programadores y publicistas que planeen el asalto al poder mundial, pero sí que, como en una pesadilla foucaultiana de 1984, todas las estrategias confluyan en lo mismo. Un mundo en el que todo lo que pensemos estará determinado por el consumo. No te preguntan cuánto ganas o qué periódico lees para entablar una conversación, lo hacen para poder venderte. En ambos sentidos, te venden cosas, y tú eres vendido a otras empresas para que, usando tus datos, puedan diseñar estrategias de venta personalizada. Este mundo ya ha empezado, como contaba Fernando Bermejo, no interesa tu perfil sociodemográfico, sino tu perfil de intereses, que se puede deducir del discurso que haces.Para escapar, parece que sólo queda utilizar estas estrategias como guerrillas, semiológicas, propagandísticas, o publicitarias. Subvertir el orden utilizando los propios métodos. Hasta que, como los vaqueros gastados y rotos se puedan comprar nuevos en e-bay. Dar la voz a la audiencia, que era, no hace tanto, un slogan político, puede convertirse en un gran estudio de focus group. Toda la audiencia es un grupo de discusión de tus propuestas y productos.
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